Desde siempre me ha apasionado el cerebro humano y como una
misma situación puede provocar diferentes comportamientos. Por eso decidí embarcarme en el fascinante
mundo de la psicología, para poder ayudar a descifrar los engranajes que
conllevan a cualquier tipo de malestar emocional.
Cada persona es única y por eso me gusta utilizar
herramientas de distintos enfoques: cognitivo conductual, sistémico y terapia
de aceptación y compromiso; y de esta manera, utilizar las técnicas que más se
adapten a cada paciente.
No podemos cambiar lo que ocurre en el exterior, pero sí
podemos modificar nuestra conducta ante las diferentes situaciones que se nos
presentan.
Es importante crear un espacio seguro y de confianza durante
la terapia. No marcaré el ritmo, eso lo harás tú. En ciertos momentos del camino, necesitamos un
bastón para poder avanzar, y eso es la terapia.